El Fénix.
Muchos necesitan parecerse a él, resurgir de sus propias cenizas.
La vida no acaba por un tropiezo, tampoco por un fracaso ni por una mala racha. Hay que saber caer y volverse a levantar, fracasar y resurgir como nuevo y con una sonrisa preparada para todo lo que aun te queda por vivir.
La vida es demasiado bonita como para estar cabizbajo mientras te pasa por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario