Where the wild things are.

martes, 21 de mayo de 2013

Más microcuentos

1. Era su afilada indiferencia la que, al clavarse en los ojos de él, deshilachaba una historia que aun no había empezado. Habría querido querer quererla.
2. Eran el uno para el otro, tanto que se amaron antes de gustarse. Se besaron antes de rozarse.
3. Las páginas del libro ardían en sus manos, sentía un impulso de abrazarlo como si pudiera sentir y casi arrugaba la historia con la tensión de sus dedos. El escozor en los ojos se hizo inminente. Estaba llorando.
4. Cuando la conoció lo dejó todo, la necesidad de tenerla crecía en algún lugar de su pecho al que llamaban corazón y así la siguió toda su existencia. Lo supo desde entonces, la música nunca le fallaría.
5. El sonido de la lluvia al otro lado de la ventana a cualquiera le hubiera hecho sentir protegido, pero a ella le hacía sentir la angustia de un preso ahogando un grito para implorar la libertad. Cuando escuchaba el agua golpear, el propio calor del que era su hogar se convertía en los barrotes de su celda. No soportaba la idea de que la vida avanzara mientras ella lo veía desde una burbuja.
6. Era doloroso ver como los lugares estaban llenos. Llenos de gente vacía.
7. Le hubiera gustado estar ahí, pero, como siempre, llegó tarde.
8. Caminaba detrás de ella para poder mirarla sin esconderse.
9. Estaba allí arriba, fijó su oscura mirada en sus ojos inundados en lágrimas. Y se tiró.
10. Aprendió a caminar descalzo y ya nunca quiso volver a llevar zapatos.
11. Lo amaba, como si lo conociera.
12. Su Dios le había abandonado, solo, en aquel prado. Cayó rendido en la tierra, que estaba allí para abrazarle como una madre lo haría.
13. Le gustaba escribir sobre sueños que nunca viviría y fingir que eran aleatorios