Where the wild things are.

sábado, 18 de octubre de 2014

Impotencia

Vivo intentando ganarle batallas a la impotencia por parecer todo una ilusión. Impotencia de percibir tu perfume y saber que no estás, que quizás mi mente me juegue una mala pasada. De esperar besos que no llegan, en mi lucha con tus relojes... Mi afán por destruir las horas que te amarran en la distancia. Sabes, es esa idea mía de un Nunca Jamás eterno, aunque sólo se trate de fingir que no existe tiempo ni lugar... Solos tu y yo en medio del más acogedor vacío. Cualquier lugar puede ser nuestro vacío. Como si hubiésemos nacido ayer, desnudos en una selva ignota.
No quiero esperar, no quiero impotencia por lo que no llega. Quiero tu amor desnudo en nuestro vacío infinito.

La ausencia

La ausencia es divertida y la añoranza un sentimiento tan completo. Tus caricias parecen perdidas y, sin embargo, nunca las tuve tanto. La distancia nos acerca cada vez más, que absurdo... Mientras más te alejas más preparada estoy para recibirte.
Te tendré, amor, te tendré de nuevo entre mis brazos cuando ya casi ni te eche de menos. Cuando tu alma haya estado durmiendo a mi lado en tu lugar. Entonces y sólo entonces dime adiós; cuando cuando ya no signifique nada, cuando tu presencia nuble mi entendimiento, cuando estés tan cerca que no quepa la duda entre tu cuerpo y el mío.

Si son momentos

La mayor felicidad continua.
Sí, la felicidad son momentos... Pero la sucesión de momentos felices también debería tener un nombre. ¿Por qué no llamarlo como tú? Así meteré en ese grupo tus besos, tus caricias y las infinitas noches bajo el calor de tu piel. También meteré, por ejemplo, mi necesidad de escribir sobre el amor que tengo comp si fuera parte de la historia.

...y tú

Jarabe para que la esperanza no se convierta en expectativa.
Niebla de verano por la mañana y brisa por la noche. Vacío. 
Vacío para que las emociones solo estén de paso. Cuadernos negros que no sean cartas de amor y cartas de amor que no se encierren en cuadernos negros.
Canciones sin entrelíneas ni conexiones. La indiferencia jugando con el miedo a ser reales... Y sin llorar en la almohada, lluvia... Y tú.

Ella

Y ahora que hay un vacío donde antes había recuerdos. Ella era recordada antes de ser añorada y ahora que cumple ambas cosas solo es ceniza.
La soledad del alma se hace patente cuando ésta se hace a la idea de que alguien es capaz de irse para no volver jamás. No existir. Esa idea de la inexistencia es la más compleja a la que me he enfrentado.
He de pensar que jamás volveré a sentir su mano en mi mejilla, que nunca volveré a escuchar sus historias de novela. Ni siquiera podré pensar en ella, sólo en su recuerdo... Y atormentarme por todo lo que pude hacer y no hice cuando tuve la ocasión.

Olvido

Se me ha olvidado escribir porque no pienso. Se me ha olvidado pensar. En cambio, estoy aprendiendo a sufrir por no escribir lo que pienso, que es lo sufrido consecuencia de haber olvidado protegerme.